"Words, words, words"

sábado, 6 de diciembre de 2008

viernes, 7 de noviembre de 2008

jueves, 6 de noviembre de 2008

3pm


A metros de la catedral. Un sábado 3pm.

lunes, 3 de noviembre de 2008

¿Enjoy el circo?


Puff, de nuevo suelto en el medio del circo humano. Las deformaciones me aterran. Y todas las risas son sordas (ya no son más que muecas siniestras). Los millones de ojos luminosos siempre me enfocan (no hay rastro humano en ellos, son solo focos). Desde la oscuridad. Desde las luces que me encandilan. Siempre me están apuntando: quieren elucidar mis defectos (por eso camino rápido).

En el medio del ahogo y el sudor frío es cuando grito por ayuda. Y disfrutar se hace preciso (hay que ser parodista en el medio del carnaval) más menester es un refugio: no puedo ser uno más. No es por orgullo ni ansías de diferencias: si no estuviera perdido no tendría sentido la salvación. Y la persigo. Los pensamientos se entremezclan, se enroscan y conducen a la frustración. Hace falta una limpieza, pero está todo sucio y no quiero ser excepción. Siempre necesito los aliados que no están. Doy cuenta del instante como el desencadenamiento de una serie de decisiones sin sentido. Y producto de una construcción demasiado precaria de la realidad propia. Cuando empieza a correrse la pintura de aquellos rostros vislumbro el gesto adusto, de resignación (propio de aquellos ofendidos y humillados que persiguen ofender y humillar como vicio de animales enfermos) que se esconde sobre la falsedad de la sonrisa.

***

Por suerte estoy de nuevo en el subsuelo. Ese camino donde todos los colores desaparecieron (lo acromático lo chupó todo) y las calles (todo el mundo) se volvieron un espiral, parece ya ser un torbellino donde algunos tristes arlequines aún persisten en sus torpes malabares. Hoy expurgué los demonios en un sentido geográfico (Por una vez fuí exitoso)

martes, 7 de octubre de 2008

miércoles, 1 de octubre de 2008

82% móvil


"es fácil defenderse detrás de las rejas. es facil defenderse con la policia que el mismo pueblo paga para que se ponga en contra nuestro. lo dificil es después, cuando hayan dejado su banca y se conviertan en ciudadanos comunes. Y vayan al verdulero a comprar un kilo de bananas y el verdulero les diga 'no se lo vendo porque usted es un traidor'. o cuando un mozo no lo atienda y le diga: no lo atiendo porque usted es un delincuente'."

jueves, 25 de septiembre de 2008

cosas extrañas



el reverso de las banderas tiene una magia rara.
que los de la jp evita impulsen el aclamado ohohohoh de la cancha en momentos en que se cantaba el himno nacional frente a la embajada de Bolivia como cierre del acto en apoyo al gobierno de Evo y en repudio a la masacre de Pando, tuvo algo de ese extrañamiento de la realidad cuando se toca-tergiversa-mezcla con la vivencia artística.

domingo, 24 de agosto de 2008

Degradación (poesía visceral)


No me importa que yo mismo conspire contra mi mismo

Si soy lo suficientemente negligente como para no defenderme bien

Igual de deficiente será mi ataque contra mí ser

Se que me estoy degradando pero sería idiota

Si supusiera que la caída definitiva será por mi propia competencia


Ya no soy lo que era tiempo ha

Y si el pasado forma parte constitutiva de nuestro ser

Como capas de cebolla, no lo sé ni me compete

Solo sé que he devenido en huraño y gruñón, delirante trágico

Que se esconde en sí mismo de las hostilidades que flotan en los aires


Creo que ya muchas cosas no me interesan

O es una decisión estratégica para no aceptar mi fracaso

Dicen que mi mirada sobre mi mismo es distorsionada

Pues no me queda más que felicitar a quienes miran con la univocidad de los gentlemen

Asquerosos perfectos ¿me invitan a cenar?


No les prometo amabilidad ni los modales victorianos

Si hay represión será solo para no ponerme en pie de igualdad con una bestia

Soy un animal enfermo, no tengo la vitalidad de aquella

Aunque los impulsos sean iguales

Y la nostalgia de aquel tiempo gregario retumbe entreverada

Entre mis carnes crudas interconectadas.



La bella obra que ilustra es de Mark Kostabi "Internal Affaire"

sábado, 2 de agosto de 2008

Austral. Reporte.

En estado austral. O en el Estado austral. Me gusta más pensar en el mundo austral. Mezcla de imagenes de cine hollywoodense y recuerdos efectivamente vividos. vívidos.
ese largo trayecto mental que refiere al camino de rutas interminables. una distancia imposible de saldar jamás. horas y horas sobre planicies casi llanas. de horizontes que por fin veo.
austral. estado austral. asi se vive aquí. todos reductos hiper calefaccionados que te priven del frío. te salven de frío. si podes. si no podés rogas al fuego puro que te salve. que te queme las pieles. las ropas también. para no sentir el frío. o rebelarte y salir de remera manga corta y shorts, jopito y gomina. es un niño de los años 40 que no está aquí.
El estado de las cosas. La australidad de las cosas está en esa intersección de las siete de la tarde de invierno, donde el mar se confunde con el cielo sin quererlo. O queriendolo, para hacer saber que en esta vida no hay nada que valga mas que la copulación. Las sustancias y las cosas disímiles e iguales pegadas, suspendidas, encontradas, mezcladas. imposibilidaddeseparación.
Una noche de sábado. Una tarde de julio. Un viento infinito y un recuerdo perpetuo. I wanna go home. No hay.
Otras tardes de espacios tomados y asumidos. unas manos antropofágicas deseosas de más y más. La sed y el color naranja de una habitación celeste.
Fotos de niñas de vestidos de boladitos y cuellos y medias con puntillas. Zapatos que no combinaban y una pobreza material simulada. Aún así, sonrisas.
Buscar vestigios en esas fotos. Donde están. No, esas manchas no significan nada. Estas segura? no.
Un perro igualmente antropofágico: el recuerdo y el pasado y volver a pisarlos una y otra vez en una cadena edípicopersonal. Inevitable. Odioso. Invensible. Espada-capa y vino.

martes, 29 de julio de 2008

Cuatro hileras de dientes para comer y avanzar

El hombre se despertó y se fue corriendo. Tenía mucho miedo de seguir comiéndose. No sabía si era lo que deseaba o si solo lo estaba haciendo para demostrarse a si mismo que era un poco más que una maraña de deseos. Nunca era lo suficientemente hábil como para convencerse de todos modos. El hecho de que había estado enterrado en el aire desde que nació (y antes aún… ¡antes!) lo preocupaba. Vivimos en una fosa común, ahora era consciente de eso. Y la conciencia es una forma de asustarse de lo que nos precede. Puede ser un juego absurdo, ¿pero qué no lo és entre monos superdesarrollados? (y vestidos: la vestimenta es clave para ocultar la animalidad) ¿Quién se alimenta de nosotros? Por eso había que comerse. Por eso y porque no hay otro modo de vivir, avanzar, y regresar a nuestro estado más puro, el retorno a aquel añorado e inexistente lugar del que no nos deberíamos haber ido jamás. Es muy triste irse del lugar al que nunca podemos terminar de llegar. Pero siempre pasa. Y en el camino nos comemos vivos. Pero cometemos más errores de los que un libro de recetas que un opiáceo sujeto oriental (portador de larga y delgada barba blanca) recomendaría. ¿Hay traición en la mudanza de piel? Aaaaahh… la traición…


- Dedicado a mi amigo (que sabe quién es) y a mi co-blogger que está en estado austral... austral... (movement? yeah! Do not worry... I love you all folks!) -

martes, 24 de junio de 2008

Barbazul y el amor enfermo (esos ojos...)


Esos ojos… profundos, desencajados, desorbitados, fuera de sí… ¿Cuál es la tensión conflictiva que conduce a qué, por el chispazo de ese choque letal de pulsiones, la mirada se encienda en llamas? ¿Pasión homicida? ¿O es acaso amor enfermo? (“reclamando el botín para la prisión”) Aunque nos perturbe la idea de considerar que nuestra pulsión erótica sea enferma, depravada, retorcida y perversa… esos sentimientos son lo suficientemente fuertes como para pulverizar los tímidos intentos de una moralidad frágilmente construida que se cae a pedazos ante los esfuerzos primitivos que resurgen con potencia destructora (arrolladoramente) desde las cavernas de nuestro ser…

La imagen fálica de las llaves y la idea de que la doncella no lo este viendo directamente a él hace aún más perturbada y obscena su mirada. Ambos saben lo que esta sucediendo, hay un conocimiento compartido entre ellos y es el de la inevitabilidad de la transgresión. En esa mirada subyace el hecho de qué el sabe que ella va a desobedecer. Y en ella, esa aparente sumisión y obediencia que la hace aún más sexualmente apetecible, no es más que una mascarada que pretende ocultar lo inevitable: el hecho de que “eso” este prohibido solo la hace desearlo más fervientemente y es la confirmación que va a suceder. Ahí radica la fuerza de ese dedo índice. Ambos dos lo saben y aunque el desenlace vaya a ser terrible, la supuesta disputa esta ocultamente pactada de antemano en algún oscuro escritorio de los dos subconscientes. La inocencia no existe. (“Esta véz (...) la prisión te va a gustar...”)

La imagen es un grabado de Gustave Doré (1862)

domingo, 15 de junio de 2008


son esos hilos de colores?
acaso sean esos los que estan pendulando
a punto de hacernos coincidir.
y tendré el equilibrio suficiente como para acercarme,
tomarlos y detenerlos.
-si
-no
-si
-no
-no
inutilizada: ante mis propias decisiones
no quiero tinta que los bañe
si va a doler, mejor que no haya impacto
-no

jueves, 5 de junio de 2008

Fugazmente transportado


Ahogo subterráneo en la estación del olvido,

preocupación ajena y añeja en la espera taciturna,

luz resplandeciente que ralentiza los segundos

en una extorsión primal


Sentarse y cavilar,

revolución tecnológica entre ignaros personajes,

mensajes en altavoz y un entrecejo ajusta cuentas,

necesito pastillas de aquellas que construyen a un ser

que se olvido de recordarse

o se perdió en algún rincón húmedo y maloliente


Claustrofobia de lo artístico

en velocidad sucesiva,

no hay más que carteles

y fragmentos de vida no escrita


Alto, párate y se abren las esperanzas

para que se cierren las tenazas,

aquellas que buscan aprisionar una pasión efímera,

incontinente y virginal, puritana hasta el hastío,

recogida en un baldío fotografiado por turistas


Extraños lenguajes y dialectos de lo confuso,

rieles atentos y desobedientes,

carcajadas y atención dispersa o concentrada,

proletariado desarmado y cansado,

individuo bifurcado y atemorizado

que busca no ser acosado

por los que creen ser felices


La meta se acerca, hoy estoy tranquilo,

con paz me voy extinguiendo,

hay algunos a los que les cuesta más

Casi muere alguien frente a mí,

no quiero ayudarlo, estoy peor que el

pero soy mejor actor (y un poco más elegante que varios)

Creo que ya esta muerto, por eso me bajo,

pasando por encima suyo.

lunes, 2 de junio de 2008

Enrique Symns: sobre el complot, el tiempo y ser un duende


Fragmento de la entrevista a Enrique Symns ("El héroe del Whisky")de mayo del 2006, de la revista Güarnin! titulada "Memorias de un viejo indecente"


Lo último que había escuchado de vos antes de los libros fue el tema “Soy un virus”, que grabaste con los uruguayos de La Tabaré. ¿Con esto te referís al viejo complot?


Sí, pero es algo serio. Lo he hablado con virólogos. La palabra es un virus traído por extraterrestres para dominarnos. Ellos se alojaron en el cerebro de los monos hace millones de años y les enseñaron a hablar para poder sobrevivir. Cuando los monos hablaban ellos respiraban. Pero es una teoría que no es mía. Lo podés rastrear en Tótem y tabú de Freud o en El trabajo de Burroughs. Porque el origen de la palabra es un misterio, pero lo han logrado junto con otras invenciones: palabras, letras, el dinero, el trabajo, Dios. Imaginate, ¡la nada!

¿Y la noción del tiempo cómo juega?

Otra invención. Porque los científicos se olvidan de que el tiempo y el espacio no existen, son leyes creadas por la mente. ¿Qué es lo que nos transforma en esta especie de monos especiales? La invención del calendario. Porque, como diría Artaud, cuando crearon el reloj “nos hicieron esclavos de nuevo”. Nos sacaron el grillete de los tobillos y lo pusieron en la pulsera. El reloj te mata, te va envejeciendo, te va destruyendo la vida. Por eso es hermoso ver a un hombre con el ojo de un tigre acechando al tiempo para matarlo.

¿La educación es parte del complot?

Al final tenés que estudiar porque tenés que aprender a utilizar el lenguaje. Yo veo a los niños chiquitos y es maravilloso. Un niño hasta los tres años vive 7 mil años, porque no existe el tiempo. Luego, con el lenguaje, se le empiezan a transmitir conocimientos, como el tiempo. Lo agarra una maestra y lo convierte en un panadero, en un estudiante de sociología, ¡en una mierda! Sin sueños, sin poesía. ¿Cuántos quedan que sobreviven a ese matadero de almas en que consiste la educación? Porque un ser humano lo que tiene que hacer es nunca dejar de ser niño. O sea, ser un duende. Porque un duende es eso: un ser escondido en el rostro de un viejo.

¿Y ser un duende qué implica?

Nunca rendirse. No saber nada. Es como si vos fueras el extraterrestre que mira a los mandriles vivir... y encima una vida impiadosa, desagradable. ¡Viven en parejas! No conozco una sola pareja que sea feliz. Se casan y dejan de flotar. Empiezan a preocuparse, dejan de coger, de besarse la concha. Se convierten en cajas de seguridad, cuidan la economía. Porque la base del capitalismo no es la familia, es la pareja. La base de la maldición del mundo es que un hombre y una mujer se enamoren. El amor es una psicosis colectiva. Cuando el hombre se enamora se convierte en un imbécil, en un degenerado. Lo dijo Freud: “el encuentro entre el hombre y la mujer es imposible porque cuando el hombre se enamora busca a su madre”. Y la mujer busca en el hombre a Dios, busca algo más misterioso, pero no lo encuentra. Ninguno encuentra al otro. Entonces se forma ese nido de frustraciones donde comen, duermen, cagan, tienen hijos y reproducen la maldición.

Vos siempre dijiste que la única manera de escapar al Complot era a través de la locura. Hoy en tu obra "Un guión para Tinelli" el discurso que primero es políticamente correcto cambia cuando las drogas hacen efecto. ¿El punto de contacto es que el gobierno del inconsciente es lo que permite sustraerse, aunque sea por un momento, del Complot?

Puede ser. Yo, por ejemplo, a la locura la pude experimentar a través de las drogas. La que más me llevó adentro fue la cocaína. No el ácido lisérgico o la mezcalina que me metieron en experiencias excepcionales o que me asustaron. La cocaína es la que me introdujo en el manicomio de mi cerebro, que es como una radio en la que hablan los demás. Porque yo soy un sujeto hablado, en el que hablan mis padres, mis abuelos, no yo. Entonces cuando vos tomás cocaína y te pasás días sin comer y sin dormir, llegás a lugares del cerebro impensados. Nietzsche lo decía así: “cuando vos mirás el abismo, el abismo te mira. Y le gustás”. El inconsciente quiere que vos hagas eso, que sufras para que él goce.

En tus notas y libros es constante la mentira, como citar autores o firmar con nombres falsos. ¿La mentira es un recurso para salir del Complot?

Pero esas no son mentiras, son trucos lingüísticos. Por ejemplo: si yo tengo algo importante para decir se lo adjudico a otro, porque si lo digo yo nadie me da bola. Pero la mentira es otra cosa. Por ejemplo, vos estás casado. Conocés a una chica, te la cogés. Vas a tu casa y no tenés por qué contarlo. ¿Por qué vas a hacer daño? Eso es una mentira. Hay derecho a tener secretos. Pero te dio el teléfono. La llamás y le decís a tu mujer que vas a trabajar. Dos mentiras dan un engaño. Y después con el tiempo se hace tu amante. Muchos engaños dan traición. Entonces la gente está acostumbrada a traicionar. Todos viven traicionando.
¿Vos por qué creés que los rockeros no me dan bola? Tipos que son ricos, que hasta hace poco tiempo veía. Porque yo soy testigo de esa traición que hicieron. Porque siempre quisieron eso: tener una pileta llena de conchas, con cámaras de video, sanguches de solomillo de no sé donde y viajar en un avión con el jet-set.

sábado, 31 de mayo de 2008

atisbo descriptivo



· probable perfil de un alguien de una ciudad bien urbana ·


El ansia de desear todo el amor del mundo, aún sabiendo que no te cabría en el pecho.
El querer desbordarlo todo de un solo zarpazo. La seguridad infiel que te abandona y el deseo de los brazos maternos que te salven.
Como un niño temeroso que al mirar lo hace de modo desafiante. Tus dedos y esos ojos muestran ese otro deseo inconmensurable.
Aquí y allá. En todas partes. En ninguna, más allá, abarcándolo todo. Al borde de todos los bordes, ¿buscando qué?. ¿Acaso algo más que aquello?

jueves, 1 de mayo de 2008

(de)Formación profesional... niebla...

Intelectuales en formación o formación de intelectuales en un espacio de formación de partos fluidos que abrirán las entrañas de una mujer y los reductos airosos de un nuevo ser ensangrentado y doliente por nacer, allí, aquí. Producir... ¿qué?