"Words, words, words"

martes, 26 de mayo de 2009

expelled



irse para volver
irse para salirse
bloquear los dedos y pensar que mejor no
viajar sola pensando que sería mejor viajar-con-un-otro
viajar y pensar en otro viaje

sábado, 23 de mayo de 2009

bsasbsasbsasbsasbsasbsasbsasbsasbsasbsas




buenos aires es descarada y no tiene problemas en mostrarte sus partes mas pudorosas, aquellas que el sentido común impone deben ocultarse. además de las íntimas ligadas a lo sexual, aquello visceral, las heces y los líquidos sulfúricos, olorosos a podredumbre ácida, esos que salen de los lugares adentrados más oscuros.
tampoco tiene horarios para su exhibicionismo cotidiano, de noche, de día, de mañana y de tarde, a la hora que ud. quiera puede acceder a los espectáculos más sórdidos y turbios. Pero eso no es todo claro está; también puede pasearse por los escenarios más frívolos de escaleras mecánicas, perfumes, ropas y billeteras todopoderosas.
en tan solo quince minutos ud. puede adentrarse en los trenes subterráneos donde estará rodeado de auténticos niños pobres pidiendo para cuidar a sus hermanos, hombres con armas en sus cinturas y policías por doquier; se puede bajar en estación retiro y ver -y escuchar- a una mujer sucia, despeinada, sin zapato alguno que discute con los empleados del puesto de pattys por su hijo bebé al que golpea estando tirado en el piso. una vez en la superficie, sobre las veredas, puede cruzarse con un paralitico que hede, le puede estar pidiendo dinero. a lo largo de dos cuadras y adentro mismo de la estación, el escenario sigue los mismos lineamientos.
otros quince minutos, con una combinación de por medio y puede acercarse a nuevos escenarios. allí puede recibir información del partido de derecha lavado de progresismo que le entregará folletos acerca del aumento de la seguridad y las rejas en las plazas, las personas limpias cargan bolsas de tamaños y colores de los más variados, allí todo parece ser lindo y limpio, sin problemas. puede ver niños que lloran por objetos inservibles y sus padres que los adquieren. algún pseudo intelectual leyendo en los sillones incómodos del patio de comidas bien techado, aireado y por supuesto, cristalino. más y más negocios. más y más mujeres pulcras siguiendo las reglas del comportamiento heredado. más y más adolescentes hormonales en sus ropas de diseño. quizás encuentre algún pobre, algún vendedor ambulante. tres pisos de lo mismo, veinte cuadras de lo mismo.
si ud no soporta nada de eso puede irse a dormir una siesta donde cosas sin sentido ocurren, pero sin lugar a dudas son sus propios laberintos: nada más seguro que el estado inconsciente del que se puede salir con solo abrir los ojos. Es verdad que puede perderse, pero quizás prefiera hacerlo allí y no afuera.

jueves, 21 de mayo de 2009

carnepicada


sos carne picada envuelta en una fina capa de piel, donde cada pliegue asegura que nada se saldrá. es carne picada lo que hay dentro.
sos carne picada y te deslizas transportada suavemente en un taxi que maneja un taxista que habla por teléfono con alguien que lo llama desde un público y no le da su celular. Al llegar pide perdón y te dice que esté todo bien. es que vió como se salía el sudor viscoso de tu ser carne picada: los pliegues no eran tan seguros.

miércoles, 20 de mayo de 2009

todoesoynadadeeso



- y tomarte de la mano cada vez que no quieras. y besarte por la mañana cuando no te gusta que lo haga. y mirarte dormida. y saberte lejos. y hacerte el desayuno. y mirar desde el piso como te bañas. y pasarte jabón por la espalda. y abrirte la puerta y darte el paso. y darte mi pañuelo para que no te enfermes. y llamarte a cada rato. y pensarte en la noche. y mirar tu calle cuando paso con el bus. y cocinarte aunque no cocine bien. y decirte que quiero tener un perro con vos. y planear un viaje que nunca haremos. y besarte cuando te vuelvo a encontrar. y abrazarte cada vez que me dejas. y robarte un beso en la vía publica. y esperarte tomando un café. y hablar de vos. y pensar en vos cuando me levanto. y prepararte un cafeconleche, una tostada con manteca y miel solo por la mitad. y desear que me saques a bailar y que repitas aquella cena. y llevarte flores que siempre elijo mal. y odiar a quienes tienen tu mismo perfume. y hacerte regalos que no se si te van a gustar. y comprar chocolates cuando no los comés. y usar tu ropa. y no cambiar las sábanas porque huelen a vos. y morir cada vez que cantas. y pensar que escribis bien. y pensar que haces cosas lindas todo el tiempo. y dibujarte cada vez. y escribir tu nombre en cuadernitos. y llorar por las noches. y pensar que sos hermosa. y tocarte. y besarte de nuevo. y atarte los cordones de las zapatillas. y desvestirte cuando estás dormida. y poner pasta dental en tu cepillo. y llevar tu ropa al baño cuando te estas bañando. y escucharte por teléfono. y prepararte un te cuando estás resfriada y comprarte caramelos de miel. y hablar de vos en terapia. y querer volar con vos. y querer cada segundo un segundo más. y pensar que te vas cada vez y morirme de miedo. y recostarme en tu pecho y acariciarte. y besar tu ombligo. y ver películas por segunda vez que charlemos después y para que me abraces mirándola y comer el pochoclo que haces tan bien. decirte que tu comida es la más rica que existe. y preparar la mesa mientras vos cocinás con un repasador en el hombro. y hacer tiempo para irnos a dormir juntas. y meterme en la cama antes para que esté tibia cuando entres. y creer que el mundo se cae si me decis que no. y pelearte. y hacer de histérica para que me digas que vaya. y salir antes del trabajo para ir a verte. y cancelar cosas por querer quedarme un segundo más con vos. y poner la alarma cada diez minutos para no levantarme. y preguntarte por cada día. y preguntarte todo solo para saber de vos. y aprenderte cada minuto. y sorprenderme de vos. y que me sorprendas. y alisar tu pelo y desacomodártelo. y tocarte las orejas. y pensar en el verano. y pensar en el invierno, con vos. y darte lo que querías. y decirte que sí. y salir a bailar cuando no tenía ganas. y explicarte alguna teoría. y escuchar cosas que nunca recordaría. y jugar con imanes. y comer sushi en tu cuarto. y salir a andar en bici por la noche porque sí. y escucharte cantar en el teléfono. y comer caramelos. y que me muestres la ropa que te compraste. y quedarnos mirando las vidrieras de los negocios que a vos te gustan. y besarte la mano y hacerles masajes. y quedarme despierta mucho más tiempo que vos. y mirarte. y hacerte masajes en la espalda con crema. y posar los labios en la frente para saber si tenes fiebre. y decirte que si, que estas contracturada. y escuchar tu nueva canción. y leer las letras escritas que dejás tiradas por el cuarto. y tender la cama a la mañana. y levantar la ropa dispersa. y ser yo quien te bese. y decirte que estás hermosa. y salir a la madrugada para ir a verte. y escucharte llorar por el teléfono. y decirte que te amo. y decirte que me perdones. y esperar al otro día para salir. y encontrarnos a la tardecita. y que a la mañana digas que no, que eso no combina. y que me hagas escuchar discos nuevos. y mostrarte que aprendí algo. y pedirte cosas. y mirarte como grabas. y tomarte fotos. y verte hablar con otros. y decirte que no tardes, que vengas rápido. y que me pases a buscar. y que salgamos a comer comida del sudeste asiático. y que me leas alguna cosa. y que aprendas recetas nuevas. y que me muestres webs y fotos y cosas. y recordar tus ojos y tu boca. y querer besarte. y calentarte los pies. y abrir la ventana para que entre luz y aire. y mirarte dibujando. y escucharte cuando venís contenta. y saber que te fue bien. y saber que te gustó lo que hiciste hoy. y querer verte al final del día, cada día. y estar a la tarde en tu cuarto, o en el mío. y pasar todo el día en piyama sin hacer nada. y mostrarte algo lindo. y que vayamos a todas las librerías. y que me muestres la simetría de un pasaje. y que pongas velas en la cena. y que haya espuma en la bañera. y que hables cosas por hablar. y querer besarte una vez y otra. y no entenderte tantas veces. y querer estar dentro tuyo y vos dentro mío. y programar cosas con vos. y abrazarte y sentir tu tibieza. y que nos veamos. y que nos amemos.

- No. Nada de eso.

miércoles, 13 de mayo de 2009

c o n t e m p o r á n e o


El oráculo de Delfos estaba en un taxi, era el taxista. Hubo un impuesto, fue el costo del pasaje hasta la Siberia. Pero no fue por preguntar algo. No pregunté nada, simplemente se hizo portavoz de lo que el destino tenía para mí. Él era uno de esos personajes míticos, no de la pampa, de la mesopotamia: correntino: chamamé y acento. Como esquivando la cosa me habló de otros pasajeros, hasta que se adentró en lo que le tocaba hacer esa mañana: me habló de aquella chica. De inmediato entendí que era yo. Me hice la tonta y le dije que si me pasaba me iba a acordar de él. Fué un momento de complicidad, él simuló ser un simple taxista con ganas de hablar y yo simulé ser una pasajera que respondía, pero los dos sabíamos de qué se trataba.

Simplemente volví a mi territorio sabiendo lo que sucedería y a lo que no podía oponerme. Los oráculos no se equivocan.